Rian Verhoeven
Ludwig Jacob, un judío alemán, había llegado a la edad de dieciséis años, a los Países Bajos en un transporte especial para niños, después de la Noche de los cristales rotos (Kristallnacht). Visitaba, a menudo, la zona del Merwedeplein en Ámsterdam, pues allí vivía su hermano Rudolf con su esposa Ursula y su pequeño hijo, Ralph. Ludwig residía en un poblado para trabajadores judíos en otra ciudad neerlandesa: Wieringermeer. En ese lugar, junto con otros 300 jóvenes refugiados judíos, estaba siguiendo una capacitación laboral agrícola. Era un entrenamiento para una posible emigración, por ejemplo, a Palestina o Sudamérica.
Jóvenes judíos alemanes son apresados en la zona de la plaza de Merwedeplein
Cuando los ocupantes nazis, a finales de marzo de 1941, repentinamente, desarmaron el poblado para trabajadores, Ludwig fue a vivir con su hermano en la zona de la plaza de Merwedeplein. Otros residentes del mismo poblado para trabajadores también encontraron refugio en la zona d la plaza y el mismo vecindario en Ámsterdam, a menudo, en familias de acogida. Por ejemplo, Adolf Gerson Frohmann (28 años), un judío alemán que había sido maestro en el poblado para trabajadores de Wieringermeer, vivía con su esposa Karola y su hija Eva en la vivienda contigua a la familia Frank. Fue así, como la familia Frank también se hizo cargo de uno de los antiguos residentes del poblado para trabajadores: Hermann Wilp. Ana Frank lo llama "el hijo acogido". Muchos jóvenes que habían vivido en el poblado para trabajadores se conocían y se visitaban mutuamente.
El poblado para trabajadores se reabre
El 11 de junio de 1941, el Consejo Judío envió una notificación a Ludwig y a otros exresidentes del poblado para trabajadores que aún vivían en Ámsterdam. En la misma se les comunicaba que el poblado para trabajadores en Wieringermeer estaba nuevamente abierto y que los nazis pasarían a recogerlos durante la noche para llevarlos ahí. La administración del poblado para trabajadores y el Consejo Judío se mostraban statisfechos con esta decisión de las autoridades nazis, pues, en ese momento, el empleo era escaso para los jóvenes en Ámsterdam.
Unos días antes, el oficial del Servicio de Seguridad nazi (SD), Klaus Barbie había visitado el Consejo Judío para solicitarles si podían enviar una notificación a los antiguos residentes del poblado para trabajadores. De esa manera, no se verían sorprendidos cuando ellos pasaran a buscarlos. Asimismo, requirió, siempre que fuese posible, obtener una lista con todos los nombres y direcciones de los exresidentes. El Consejo Judío pensó que no había problemas con ese pedido. Willy Lages, jefe del Servicio de Seguridad nazi (SD) dividió la lista por vecindarios y la entregó a agentes de policía de Ámsterdam. E instruyó que los jóvenes fueran recogidos a partir de las siete de la tarde. Estos policía recibieron el apoyo logístico de la policía nazi del orden (Ordnungspolizei).