Vista general

Invitación para asistir a una función de cine

Sin invitación, no era posible entrar

Desde setiembre de 1941, los judíos no pueden asistir más al cine. Por eso, en marzo de 1942, Ana organiza junto con su amiga Jacqueline van Maarsen, una función de cine, en su vivienda en la calle Merwedeplein 37-II.

‘Tipeamos las tarjetas de invitación en la máquina de escribir de su padre. Planificamos juntas con precisión, quien se sentaría al lado de quién y colocamos las sillas en filas. Tenía que parecerse, de la mejor manera posible, a una verdadera función de cine.’