Los aliados confrontan a la población alemana con los crímenes cometidos en su nombre. En la zona de Burgsteinfurt, al Oeste de Alemania, el ejército británico obliga a la población (unos 4.000 habitantes) a mirar la película «Atrocidades: la evidencia». Dicho film contiene imágenes de los campos de concentración de Buchenwald y Bergen-Belsen, tomadas después de la liberación de los campos.
En otros lugares, también se obligó a los ciudadanos alemanes a ver esta película.
Enfurecidos por lo que los soldados aliados se encuentran en los campos de concentración y en otras áreas obligan a la población a enterrar nuevamente a los prisioneros muertos de los campos de concentración y a las víctimas de las ejecuciones o, también les obligan a caminar junto a miles de prisioneros muertos para que tomen conciencia de lo que ha hecho el régimen nazi.