Otto Frank, el padre de Ana, es uno de los aproximadamente 8.000 prisioneros, en su mayoría gravemente enfermos, que son liberados el 27 de enero de 1945. En una entrevista de 1979, Otto Frank recuerda su rescate en Auschwitz. Una pequeña bolsa de tela de algodón que perteneció a Otto Frank en Auschwitz se exhibe en la muestra Anne Frank The Exhibition, que se inaugura en Nueva York el próximo 27 de enero de 2025
En el documental relativamente desconocido Anne Frank Wird 50 (Ana Frank cumple 50 años) de 1979, Otto Frank, a sus 90 años, recuerda el momento de su rescate en Auschwitz. Allí cuenta: «Un día en Auschwitz estaba muy deprimido y no podía soportarlo más. Me habían golpeado y eso me había afectado enormemente, no solo física sino también moralmente. Era domingo por la mañana y dije: "No puedo levantarme." Mis compañeros, todos neerlandeses, por supuesto (pues yo era un alemán entre los neerlandeses, aunque completamente integrado a ellos) dijeron: "No es posible, ¡tienes que levantarte, de lo contrario estarás perdido!" Luego llamaron a un médico neerlandés que trabajaba con un médico alemán. Y ese médico neerlandés vino a mi barraca y dijo: "Levántate y ven a la barraca hospital mañana por la mañana. Hablaré con el médico alemán para que te admitan ahí." Así sucedió y de esta manera fue como he salvado mi vida.»
Documento para la humanidad
En la misma entrevista, Otto Frank comenta: «Desafortunadamente, la gente generalmente no aprende del pasado. Pero quienes pueden hacerlo deben contribuir a mejorar la comprensión al respecto de modo que se puedan aprender lecciones del pasado. Aun recibo diariamente cartas de lectores del diario de Ana que me llegan desde todo el mundo. No importa si vienen de Australia, Sudáfrica, Estados Unidos o Japón, siempre me resulta muy especial recibirlas. Por eso puedo decir realmente que el diario de Ana es un “documento para la humanidad”. Su contenido llega a todas las personas, independientemente del país en el que vivan.»
Mensaje contra el racismo
Después de su regreso de Auschwitz, Otto Frank dedica su vida a compartir el diario de su hija y abre las puertas del escondite al público. Su objetivo es llegar a los jóvenes con la esperanza que ellos actúen activamente contra los prejuicios y la discriminación en su propio entorno. Al final de la entrevista de 1979, Otto Frank dice: «En mi opinión, veo el diario de Ana como un testamento que contiene un mensaje contra el racismo, el antisemitismo y para comprender a las personas.»
Pequeña bolsa de tela de Auschwitz en la exposición en Nueva York
Con motivo del 80° aniversario de la liberación del campo de Auschwitz, el 27 de enero se inaugura la muestra Anne Frank The Exhibition en el Centro de Historia Judía de Nueva York.
La exposición destaca la vida y obra de Ana Frank en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y la persecución de los judíos. Cuenta con una réplica única de la Casa de atrás, recreada en tamaño natural y decorada al estilo de la época del escondite. Asimismo, Incluye más de 100 piezas originales de la colección de la Casa de Ana Frank en Ámsterdam.
Uno de los objetos de la colección es una pequeña bolsa de tela de algodón, proveniente del campo de concentración de Auschwitz. Otto Frank llevó consigo esta bolsa en su viaje de regreso desde Auschwitz (Polonia) a los Países Bajos y la conservó el resto de su vida.